Siempre es la misma historia, levantarse temprano, ducharse, desayunar, salir corriendo y llegar al autobús/metro por los pelos…
Casi hemos perdido la poca humanidad que nos queda y nos hemos convertido en máquinas. Para nosotros la vida no es un camino en el que tomar cualquier vereda, curiosear, pararse a descansar o correr un poco. La vida del Ser Hurbano es una autopista, generalmente de peaje, que sólo sirve para enlazar el hoy con el pasadomañana en el que cobraremos un sueldo un 15% mayor.
Sin embargo hay veces en las que la realidad se cuela por un instante en nuestras burbujas. La imagen del mar engullendo una ciudad entera oprimiéndonos el corazón o la rabia que sentimos al ver cada día más cerca de la victoria al coronel libio que se compara con Franco.
La realidad entra y nos oxigena, por unos segundos, nos saca de la miseria que nos envuelve y nos tira un jarro de agua helada a la cara. Y aunque duela, es la vida, que por momentos se atreve a invadirnos y a hacerle frente a la muerte cerebral del día a día.
Los transportes urbanos son muchas veces el lugar donde más nos golpea la realidad. Tantas vidas distintas, unidas en un único lugar del espacio y del tiempo entre todos los posibles, a punto de volver a separarse para perderse en las entrañas de la ciudad.
El autobús y el metro son un refugio para los soñadores, para los que creemos en la Humanidad, en otro mundo posible. Son un lugar al que escapar, en el que pareciera que la vida, sin quererlo, se acompasa al ritmo del mundo.
¿Quién no se ha cruzado en ellos con gentes que creía desaparecidas? ¿Quién no se ha enamorado de la chica del asiento de atrás? ¿Quién no ha imaginado mil vidas posibles en los rostros que se observan tímidamente esperando su parada?
¿Quién no ha entrado sin querer en la conversación del asiento de enfrente?
Hay viajes que son mágicos, aunque sólo duren unos minutos. Viajes en los que la vida te asalta para colarte en los ojos y en las historias de tus compañeros de travesía.
Va aquí uno de ellos:
Si os ha gustado aquí tenéis también un making off del corto, vale la pena verlo.